El COVID-19 ha roto el modelo de comunicación instaurado. Las iniciativas que tenían éxito hace unos años, hoy no funcionan y esto ha impulsado un cambio positivo. Sin embargo existe una tendencia a la repetición, por un miedo irracional a dicho cambio. Por eso, aunque se ha mejorado mucho, todavía existen 5 grandes puntos débiles que pueden hacer que la inversión en comunicación de salud sea ineficiente: