Lecciones de creatividad frente al Covid-19

A estas horas son ya más de 21.700 fallecidos por el coronavirus. Esto es lo realmente doloroso y real de toda esta tragedia, mal llamada crisis. Mientras nos vemos obligados al sacrificio del distanciamiento, a cerrar nuestras agencias, teletrabajar y sobrellevar el asunto como cada uno pueda, el colectivo sanitario está luchando de frente y sin tapujos a esta tragedia.
Mientras unos nos dedicamos a despotricar por unas u otras decisiones, ellos las sufren. En todo este trance, hemos sido testigos de algo prodigioso: como el uso de la creatividad salva vidas.

Las agencias de publicidad de salud somos muy dadas a dar importancia a pequeños gestos, sobre-comunicar hechos cuestionables y reescribir un nuevo relato para nuestros clientes. Una vez más, el personal sanitario nos ha enseñado que no son las palabras, son los hechos los que construyen una realidad.

Ayer 21 de abril se celebró el día de la creatividad y la innovación, una fecha muy acertada ya que si desde la distancia estamos aprendiendo algo, es la gran capacidad que tiene este colectivo de reinventarse, de dar soluciones sencillas a problemas complejos, de administrarse y colaborar, pero sobre todo de tener una enorme flexibilidad en lo que hacen y cómo. Lecciones que todos deberíamos reconocer y aplicar, si queremos que nuestras organizaciones sigan siendo competitivas.

“Los mercados que vienen serán eminentemente creativos, personas capaces de solucionar problemas derivados de un entorno incierto”

No es de extrañar que este golpe en la mesa provenga de uno de los gremios profesionales más necesarios y castigados por nuestra sociedad. La devaluación moral del personal sanitario llegó a su punto álgido cuando se les trató como piezas sustituibles. Los tecnócratas advertían un fin del “doctor” Gracias a las nuevas tecnologías mientras ellos respondían con la mayor de las innovaciones, la base de su trabajo: cuidar con empatía. Su degradación económica vino de la mano de la política.Para ellos la sanidad no era más que un gasto que tenemos que atar en corto, cada año.
Aun así ellos seguían manteniendo un sistema sanitario de referencia mundial. Algunos nos preguntábamos hasta cuándo esa vocación seguirá haciendo funcionar el sistema.
Hasta aquí. Algo inesperado. Una pandemia global con unas consecuencias que nuestros nietos leerán en los libros de texto. Hasta aquí han llegado.

El otro día leía a un gurú de las finanzas predecir cómo serían los mercados del nuevo siglo XXI. No suelo confiar en los Nostradamus modernos, pero este en particular dijo algo muy interesante: “Los mercados que vienen serán eminentemente creativos, personas capaces de solucionar problemas derivados de un entorno incierto”. Personalmente creo que esto define perfectamente a nuestro personal sanitario y por lo tanto les sitúa como un activo esencial de la economía del siglo XXI.

Analicemos lo que digo con cuidado, ya que los asuntos que trato de mostrar no son nuevos, pero si muy valiosos, ya que por mucho que se hable de ello, muy pocas empresas serían capaces de alcanzarlos.

Reinvención:

En su libro “la destrucción creativa de la sanidad” el Dr. Eric Topol, habla en términos teóricos de algo que está pasando hoy en los hospitales españoles y es la capacidad de desaprender. Todos ellos no han tenido ningún reparo en reestructurar un hospital entero, para una organización estratégica más optima para tratar a las personas infectadas por coronavirus. Ya no hay plantas, especialidades, secciones. Hay hospitales. Un hospital tiene muchas responsabilidades, pero una por encima de todas: la de preservar nuestra salud. Las decisiones que se tomen y no sean buenas, incidirán en el número de fallecidos. Esto sí que es presión.
¿Cuántas empresas son capaces de perder así los anillos por el bien común? ¿Cuántas de idearlo y ejecutarlo?. Este tipo de gestión, donde cada área se replantea para hacer frente a un nuevo y desconocido problema, es todo un ejemplo de reinvención de la gestión sanitaria versión heavy metal.

Soluciones:

Aportar soluciones sencillas para afrontar de manera efectiva un problema complejo es la definición más clásica de creatividad. Esto es lo que están haciendo cada día millones de personas que trabajan en la primera línea de la sanidad Española. Les hemos visto desprotegidos, sin material o material defectuoso. Sin poder hacer pruebas diagnósticas, sin respiradores y todo esto mientras los casos por coronavirus se multiplicaban a un ritmo frenético.

Aportar soluciones sencillas para afrontar de manera efectiva un problema complejo es la definición más clásica de creatividad

Desde cómo hacer mascarillas caseras, hasta cómo protegerse con lo que tienen a su alrededor, hasta hacer respiradores adaptando unas gafas de snorkel. Hay cientos y cientos de casos, de curiosos, de inquietos, de inconformistas que no se han quedado de brazos cruzados. Cada uno desde su lugar, ha tratado de aportar ideas. Cierto es que todas ellas son fruto de la escasez y de la presión, pero es que la buena creatividad, parte siempre de un problema.
Estos meses de confinamiento hemos visto en redes cientos de videos, de tutorial es, de blogs para una recién iniciada comunidad “maker sanitaria” que ha dado un ejemplo de creatividad en estado puro.

Colaboración:

Los dos puntos anteriores no serían posible sin la abrumadora demostración de colaboración que están dado los sanitarios en españa. Colaboración es compartir, escuchar, hablar y hacer. Elementos imposibles de llevar a cabo sin una confianza ciega en tus compañeros.

Donde hoy eres una eminencia en tu campo, hoy eres una manos más

No olvidemos el hecho de que los hospitales, públicos y privados hoy en día están coordinados por una misma gestión frente al COVID-19. Es decir, lo que antes era válido, hoy ya no lo es. Donde hoy eres una eminencia en tu campo, hoy eres una manos más. Esta actitud horizontal, se ve en toda la comunidad sanitaria. Es admirable ver como la capacidad de delegar, de escuchar y de hacer es posible cuando se tiene un sentido tan grande de comunidad.

Gestión:

En todos los puntos anteriores queda implícito el hecho de que tienen que ser gestionados con éxito para cumplir con sus objetivos. La gestión sanitaria ha estado denostada durante años frente a la gestión empresarial. Sin embargo la primera implica una responsabilidad y complejidad mucho mayor. Es habitual ver en los medios a empresarios hablando de los factores que les han llevado aun cierto éxito empresarial, sin embargo no a los gestores sanitarios. Esto es porque la sanidad es un servicio que damos por hecho.

la sanidad es un servicio que damos por hecho.

Dicen que las verdaderas innovaciones son las que se adaptan tanto y tan bien a nuestro estilo de vida que llega un momento que no se perciben, hasta que desaparecen o tienen errores. Esto es lo que ha pasado con la sanidad en españa, que la asumimos como algo normal, siendo tan compleja, tan completa y tan excelente.
Estos días de Coronavirus, se ha corroborado que la gestión sanitaria así como todos sus profesionales, están en lo más alto de la gestión.
Ya no por la profunda transformación de su día a día. Tampoco por la capacidad de innovación efectiva. Tampoco por la capacidad de su equipo humano de colaborar. Lo es por sus resultados. Es eso lo que busca la buena gestión y eso es lo que se esta consiguiendo. Toda una lección para la empresa privada.

Flexibilidad:

La flexibilidad es la capacidad de modificar nuestras creencias, decisiones y comportamientos en pro de un objetivo mejor. Es pensamiento abierto, diverso y complejo frente a un problema. La creatividad y la innovación necesitan vivir en un ecosistema sin tapujos, sin muros, sin perjuicios. Porque reinventar lo que haces, lo que eres, aportar nuevas y mejores soluciones bajo presión, colaborar de nuevas maneras y replantear todos los paradigmas de la gestión, solo son posibles desde un ecosistema flexible.

Lecciones de creatividad frente al COVID-19 del personal sanitario en España.001

Grandes lecciones las que nos están dando el colectivo sanitario. Y quiero marcar esto último, ya que desde hace años se reivindican desde muchas posiciones particulares, una nueva salud basada en estos valores. Hoy que vivimos al límite desde nuestras casas, estamos viendo que las soluciones reales están llegando de la capacidad de improvisación del personal sanitario, de su creatividad. Estos son algunos ejemplos, pero hay cientos de iniciativas, de proyectos y de personas que colaborando y poniendo todo individualmente están cambiando poco a poco la realidad sanitaria de nuestro país.

Este post es fruto de la necesidad de expresar mi admiración y gratitud, no solo por su compromiso, vocación y pasión, también por esta capacidad creativa que a día de hoy es la única que está salvando vidas.
Una capacidad de la que tenemos mucho que aprender y tomar nota, ya que es la clave que determinará la sanidad que nos viene.