Estreñimiento de la comunicación

Hace unas semanas alguien a cargo de una gran agencia de publicidad en el sector salud, me preguntó: ¿las agencias de publicidad somos realmente necesarias?
Duda lícita ante un estreñimiento inesperado.

Tras una pandemia donde todas las empresas han intentado minimizar el impacto, las agencias de publicidad en especial, hemos respondido con flexibilidad, capacidad de trabajo, responsabilidad y valentía ya que casi todas tuvimos que ampliar equipos para hacerlo todo de manera distinta o de lo contrario nos arriesgábamos al cierre.
Las consecuencias de todo ello se vieron después, cuando la industria farmacéutica ha sufrió una reestructuración dramática, se implementaron nuevas modalidades de trabajo y la inestabilidad política deja demasiados productos innovadores a la espera de ser aprobados.

Esta es la foto de nuestro paciente. Está mal, no sabe lo que le pasa, pero bien no está. Su diagnostico: estreñimiento.

Demasiados proyectos atascados, acciones paralizadas en manos de comités sin responsabilidades.

El estreñimiento puede ser causado por una variedad muy amplia de factores, incluyendo dieta inadecuada, deshidratación, falta de ejercicio, cambios en la rutina o ciertos medicamentos. Esto es justo lo que le pasa hoy a los departamentos de marketing y me atrevería a decir que se han contagiado departamentos científicos y de ventas en la industria farmacéutica, porque todos padecen en mayor o menos medida un estreñimiento.

¿Las agencias de publicidad son necesarias?

Si analizamos el problema del estreñimiento, la dieta es esencial y cuando comes del mismo modelo de negocio desde hace más de 40 años, puede que algo falle cuando todo falla. Las dietas tienen que ser variadas, sin grandes atracones ni grandes ayunos. Cuando te saltas esta norma o la das por hecha, sencillamente te atascas.

La falta de hidratación es uno de los factores más importantes que condicionan nuestra salud. No sólo porque agudiza el estreñimiento, está comprobado que nuestro rendimiento cerebral se relaciona directamente con nuestra hidratación. Beber es importante, pero lo es más beber de muchas fuentes. Este punto me parece especialmente importante porque creo que la industria de la comunicación de salud en bloque está muy afectada de deshidratación. Nos fijamos en los mismos referentes, mismas campañas, las premiamos para que otros a su vez las versionen. Los anunciantes no tienen referencias, no saben lo que quieren y por lo tanto piden repetir o copiar. Ambos son un drama donde la responsabilidad es de las agencias, hidratando con más y mejores fuentes aunque, pero al final siempre la decisión es del cliente. O nos ponemos de acuerdo o nuestro estreñimiento irá a peor.

La falta de ejercicio es otro de los factores más importantes en el estreñimiento. Nos hemos acostumbrado a hacer lo mismo, diciendo que no lo es. Las imposiciones digitales implicaron demasiadas barreras que paradójicamente, hoy son la justificación para seguir haciendo lo mismo de siempre, pero en los sites corporativos. No hemos aprendido nuevos ejercicios, tampoco hemos tomado ritmo ni nos hemos planteado nuevos objetivos. Hacemos lo mismo, sin darnos cuenta que lo que funciona hoy, no lo hará mañana y eso genera una gran parálisis.

Si hablamos de cambios de rutina como una de las causas de nuestro estreñimiento, el teletrabajo es el protagonista. Lo que sobre papel pintaba genial, paraliza el día a día. La carga de correo se ha cuadriplicado, las reuniones de zoom se solapan donde incluso ves personas que no saben en que reunión se encuentran ni porqué. Algunos directamente no conectan su cámara y si hablamos de las reuniones con proveedores, muchos anunciantes llegan habitualmente tarde. Asuntos que antes nos llevaban 10 minutos hoy pueden llevar días cuando no, semanas. Era preferible tomar un taxi, trasladarte a las oficinas del cliente, esperar 15m, reunirte y regresar con una decisión que esperar semanas, como pasa hoy. Estoy a favor, de los equipos diversos en las tomas de decisiones, pero si eso quiere decir que para una gráfica tienen que tener voz más de 5 personas esto, genera parálisis. Ya no hablemos de las complejas operativas internas de los laboratorios, si les sumas la idiosincrasia del asunto a tratar, puede que se tarden meses en tomar decisiones o lo que es peor que pasen las fechas y se anulen los proyectos. Estreñimiento en estado puro.

La ingesta de ciertos medicamentos, aunque en este caso yo diría la“falta”. Hay una enorme cantidad de nuevos medicamentos a la espera de aprobación del ministerio de sanidad y eso represent un triple problema. Por un lado el acceso a la innovación por parte de la población es una de las bases del estado del bienestar. Si esa innovación puede salvar vidas y no se accesible, significa precariedad y falta de esperanza. Por el otro que no se lancen nuevos fármacos al mercado significa un deficit de inversión y por lo tanto un impacto directo sobre las personas que trabajan en dicha industria. Por último, si los grandes laboratorios, no pueden comercializar sus nuevos productos y los que quedan en el mercado dejan un menor margen de precio, sumado a la financiación de pago que estos hacen al estado, es obvio pensar que sus inversiones queden comprometidas. Si, la falta de medicamentos también es una gran causa de nuestro estreñimiento.

Este texto parece una broma ya que con mayor o menor acierto, he realizado un diagnóstico no reclamado a la comunicación de salud. Pero no lo es, porque nadie habla de ello, tan solo de algunos de los síntomas aquí descritos, sin darnos cuenta que para comprender la complejidad no tenemos que huir de los detalles, tan solo comprender cómo interactúan y que consecuencias nos traen.

Al final se trata de eso, de medir las consecuencias. ¿Tenemos mejor comunicación?¿mejores ratio de consumo de contenidos?¿reclaman nuestra información? ¿Ha crecido nuestro conocimiento e interacción?¿hacemos mejores campañas, mejores acciones? ¿Tienen las marcas mejores resultados?
Es precisamente aquí donde resuena la pregunta que me hizo mi admirada colega hace semanas ¿las agencias de publicidad somos realmente necesarias?
Yo siento (que no pienso) que somos más necesarias que nunca, porque guste más o no, hemos marcado el ritmo de las marcas en la industria farmacéutica y somos capaces lo suficientemente críticos con nuestro trabajo y el ajeno como para seguir buscando nuevas formas de comunicar, más efectivas y que se adapten a las necesidades sociales del momento. Somos más necesarias que nunca porque somos las verdaderas proveedoras de ideas, de nuevas corrientes de inspiración, pensamiento y ejecución, cuando paradójicamente son estos los factores que más se cuestionan, cuando representan el mayor impacto en nuestros costes.
Si, las agencias somos más necesarias que nunca, porque sin duda, representamos el único remedio eficaz y seguro contra este estreñimiento que nos toca vivir.